· este es mi último post ·

10 de mayo de 2016

Estaba deseando escribir este post para contarte que este mes es diferente para mí. 
¿Lo es también para ti?


Mayo promete ser una oportunidad para volver a empezar, para apostar una vez más por un sueño y para emprender de nuevo el camino con alguna lección aprendida.

Estoy diseñando una nueva web donde kilim, alfombras, tú y yo tengamos un lugar de encuentro mucho más cómodo. Donde también abrir las miras con nuevos proyectos que me llenan de vida pero conservando la esencia.

Llega tiempo de un poco de silencio y mucho trabajo intenso.

Nuevas sensaciones me acompañan en estos tiempos de cambio y transformación. Un suave cosquilleo continuo me recuerda constantemente que lo que antes valía, quizás hoy ya no. Rutinas, personas, momentos que ayer eran importantes hoy ya no encajan. A veces, me siento una equilibrista en una cuerda floja intentando balancear lo que debe ser con lo que me gusta ser.

Pero estoy segura que este proceso de cambio encierra un gran aprendizaje y que la calma llegará. Ahora ni siquiera encuentro las palabras para poner en orden tantos pensamientos en mi cabeza pero cuando menos lo esperé, sé que todas las piezas encajarán.

Echo de menos las tardes tranquilas, las siestas largas, eso llamado confort…pero ahora es tiempo de construir un sueño. Tiempo de aprender a priorizar, de saber esperar, de escucharme, de eliminar el ruido y como dice Mamen de “despojarte de lo que crees que eres porque llevas toda la vida repitiéndotelo”.

No siempre es fácil, pero creo que estoy empezando a fluir con los acontecimientos, a disfrutar de lo que viene, con algún tortazo de por medio, pero eligiendo vivirlo de manera positiva. En medio de esta locura quiero encontrar el sosiego necesario para dejar que este proyecto fluya con naturalidad, disfrutar de las nuevas rutinas y vivirlo de manera plena. 

Solo así, seguiré adelante.

Estoy deseando contarte todo lo que se está cocinando en azul bereber. Quizás el nuevo logo te dé alguna pista.

Gracias por estar aquí.

Anabel. 

· la belleza de lo sencillo ·

26 de abril de 2016

Si eres capaz de contemplar la belleza que tienes al lado, la vida será bella también.




La vida es bella en todas sus facetas, en las buenas y en las menos buenas, en los momentos dulces y también en los amargos, en los éxitos y en los fracasos.

En los momentos más duros, la vida te manda continuamente señales en forma de apatía, aislamiento y tristeza. Pero cuando te das cuenta, le plantas cara y reconoces que esos sentimientos están ahí solo porque tú has dejado que estén. ¿No te parece también bello que seas tú quien tenga el poder de dejarlos marchar y comenzar de nuevo?

La vida te cierra puertas, pero solo lo hace para enseñarte un camino diferente. A veces te quita lo que tienes para enseñarte que quizás no necesitabas tanto, para que valores lo que tienes y para que aprendas a vivir desde la abundancia. 

Sé que no es fácil, pero la belleza está a tu lado, solo tienes que aprender a mirarla. Entonces se reflejará en ti. En un maravilloso circulo vicioso...

Últimamente intento mirar más a mi alrededor, de manera más pausada. Observar como un espectador la vida pasar disfrutando de los detalles. Abriendo bien los ojos o simplemente cerrándolos para que la lluvia o los aromas creen un recuerdo. Hay momentos que sin saber por qué se quedan grabados en la memoria. Imágenes, sabores, perfumes que aparecen en nuestra mente nada más cerrar los ojos. 

No hace falta subir a la montaña más alta ni viajar al país más lejano (aunque esto nos encanta!). La belleza más pura está a nuestro lado. Si empiezas a caminar un poco más lento, entenderás lo que te digo. Una sonrisa al despertar, el olor a café recién hecho, ver amanecer. ¿Acaso no es eso bonito?

¿Te atreves a encontrar la excepcionalidad en lo cotidiano?

Está esperándote. Solo hay que aprender a mirarlo.

· el placer de lo cotidiano ·

19 de abril de 2016

¿Eres feliz o realmente feliz? 

Yo soy realmente feliz. Me gusta más la felicidad real, disfrutar de la vida gracias al placer de lo cotidiano. 

Últimamente estoy aprendiendo a liberarme de una vida en piloto automático y llena de escasez, a alejarme de distracciones que no son importantes, a dejar de vivir para el fin de semana y a olvidarme de procrastinar. 

Quiero ser una viejecita con la cara arrugada de tanto reír y con historias con contar. 

¿Y tú?


Pero a pesar de todo, a veces me olvido del presente y me pongo a ver fotos recordando aquel viaje y aquellas playas o al contrario, divago y me pongo a filosofar sobre lo que yo haría si en otra vida yo hubiese sido...Pero, ¿qué pasa con el ahora?. A veces me olvido de él.

Amalia siempre me dice que todos los días antes de dormir piensa en 5 cosas buenas que le han pasado ese día. El abrazo de una amiga, tu plato de comida favorito, un beso antes de dormir, una llamada que esperabas. Quizás no sean cosas dignas de portada de revista pero la vida real es otra y además es maravillosa. 

Las casas de revista no existen, y si existen en algún lugar estoy segura de que son muy asepticas y aburridas. A mi me gusta más una #slowhome donde el suelo está arañado porque Bimba corre como loca a saludarte al llegar a casa o con la cocina patas arriba porque al amore le gusta cocinar los domingos. 

En mi casa no hay brunch los domingos ni una cubertería para 12 comensales. Nos gusta hacer barbacoa, improvisar y sentarnos juntos en el suelo alrededor de una mesa. No parece muy elegante, pero son en esas cenas en las que lloro de risa. Y eso es lo más importante.

Disfruta de los buenos momentos, aunque sean imperfectos. Los malos también vendrán, te lo aseguro. Por eso, abraza esas pequeñas píldoras de felicidad  que la vida te regala

Cuéntame cuales son tus placeres cotidianos. 

A veces es difícil encontrarlos y disfrutarlos, pero si has leído hasta aquí estoy segura de que ya has comenzado a disfrutar de las pequeñas cosas, a pensar en positivo y a dejar de andar por la vida de puntillas. 

· quiero una slowhome: parte II ·

12 de abril de 2016

Una hogar slow es una pieza más de un estilo de vida más consciente, con el que recuperaras las riendas y disfrutaras de la vida a su tempo giustoUn hogar slow te ayudará a reconectar contigo misma y también a replantearte y priorizar cuales son tus verdaderas necesidades. 

La ubicación, los metros o el diseño son importantes pero hacer de tu casa una slowhome solo depende de ti. Olvídate de las apariencias y de la perfección y busca tu estilo. 

Si te perdiste la primera parte de quiero una slowhome, empieza por aquí. Hoy recorreremos una slowhome estancia por estancia. 

¿Vienes?


slow home slow deco


· ESPACIOS DIÁFANOS ·

Sin tabiques, son perfectos para que la energía fluya. ¿Quién pudiera tenerlos? Si tú tampoco los tienes, intenta que los espacios estén lo más abiertos posible, sin obstáculos, permitiendo cambiar con naturalidad de una actividad a otra. 

· RECIBIDOR · 

Ha de ofrecernos una cálida bienvenida e invitarnos a ponernos cómodos. Un lugar donde comenzar a contagiarte de la calma y de la pausa. Coloca aquí, una espacio para dejar la ropa de abrigo, las llaves y los zapatos. 

· VENTANAS ·

Han de ofrecer vistas agradables, a ser posible a la naturaleza (por pedir, que no sea!). Pero si no es así, puedes adornar las ventanas con flores o plantas colgantes. 

· DORMITORIO ·

Es el espacio slow por excelencia. Luminoso, con buena ventilación y sin estridencias. Apuesta por lo esencial, dispón tan solo de los elementos que sean imprescindibles. Este es un lugar en calma para descansar. Escoge ropa de cama en tejidos suaves y colores claros. Lino, algodón...

· BAÑO ·

La simplicidad en este espacio facilitará la limpieza y el orden. Apuesta sin duda, por el menos es más. 

· COCINA ·

El movimiento slow nació en 1986 en Italia ante una protesta por la apertura de un McDonalds en la Plaza de España de Roma. La filosofía de la lentitud comenzó por la slow food. ¿Le hacemos un hueco en la cocina? Escoge productos locales y de temporada, planta un minihuerto para tener tus propias plantas aromáticas y nunca pueden faltar unos altavoces para bailar en la cocina. Siempre que puedas cocina lento, con una copa de vino, buena música y disfruta de uno de los placeres más básicos que nos regala la filosofía slow.







Armonía, serenidad y comodidad.
 Eso es para mi una #slowhome 

¿Necesitas una tercera parte?
Cuéntame cómo estás construyendo tu templo

· marhaba ·

7 de abril de 2016

Desde el patio de un Riad, contemplando las dunas infinitas del desierto de Erg Chebbi, a bordo del primer avión que tomaba sola rumbo a un sueño, en medio del bullicio de la medina de Marrakech, por las calles azules de Chaouen, sentada sobre alfombras bereber en un taller de artesanos y ahora mismo desde un café de Goteborg a la luz de una vela es donde ha tomado forma el proyecto que hoy te presento. 

Ilusión y vértigo a partes iguales.

Hoy abrimos las puertas! 

Bienvenido! Marhaba!




Cada alfombra, tela o almohada están hechos a mano, con mucho mimo y sin prisas. Si te enamoras de alguna pieza (estoy segura que lo harás), la envolveré y en pocos días estará llamando a tu puerta un pedacito del encanto de Marruecos. 

Cuando la recibas, quizás también una nueva filosofía de vida esté llamando a tu puerta. 

Me encantaría que sintieras el mismo amor que siento yo por cada una de las piezas de esta colección, que vivieras las historias que hay en cada una de ellas y que te contagies de las buenas vibraciones que han acumulado en tantos kilómetros de viaje. 

Más que recibir un objeto, quiero que recibas una emoción. 

Cada pieza te aportará bienestar y te hará un poquito más feliz.

Quiero conectar contigo, porque créeme, tú eres lo más importante. 

Gracias por estar aquí. 
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